viernes, 10 de julio de 2009

Propiedades sorprendentes: La papilla de maíz



En esta experiencia vamos a estudiar las propiedades sorprendentes que pueden tener algunos materiales, en este caso algo tan corriente como una papilla hecha con harina de maíz.
¡Atención! Trabajar con la papilla puede resultar un poco sucio


Material que vas a necesitar:

*Un vaso o una taza
*Una cucharilla
*Agua
*Harina de maíz (en España se vende con el nombre de "Maizena").

¿Qué debes hacer?

*En primer lugar vamos a preparar la papilla de harina de maíz.
*En un recipiente (vaso o taza) añade 2 ó 3 cucharadas colmadas de harina de maíz.
*Añade lentamente un poco de agua, a la vez que remueves con la cuchara. ¿Qué observas?
*Mueve muy despacio para conseguir que se mezclen y añade más agua hasta conseguir una papilla no demasiado espesa.

Las propiedades de la papilla de maíz

En primer lugar habrás observado que te costaba mucho remover la mezcla. Cuando intentabas moverla se ponía muy dura. Si remueves despacio se comporta como un líquido cualquiera. Pero si intentas remover más deprisa, cuesta mucho más, el líquido se hace más viscoso y, según cómo hayas preparado la papilla, puede hacerse casi sólido.

Vuelca un poco de la papilla en una mano. Verás que se comporta como cualquier líquido, se te escapa y cae. Pero si ahora tienes cuidado para que no se escape e intentas amasarlo deprisa entre las dos manos, verás como consigues hacer una bola prácticamente sólida. Pero, en cuanto dejas de moverla, fluye otra vez como cualquier líquido.
Pon ahora la papilla en un plato plano. Si metes la mano en el plato ves que te moja y se comporta como un líquido. Mueve los dedos y observa su comportamiento. Pero, ¿qué pasa si intentas retirar la mano muy deprisa? Observa que la mano se queda casi pegada al plato. Si la retiras muy deprisa puedes llegar a mover el plato. Ten cuidado no salga disparado y se rompa.
Si volcamos ahora la papilla sobre una superficie muy lisa vemos que se forman charcos. Intenta juntar los charcos empujando con la mano y los dedos. Sigue moviendo todo con rapidez. Al cabo de un tiempo puedes llegar a cogerlo con las manos. Si sigues moviéndolo deprisa tendrás una sustancia casi sólida, pero en cuanto dejas de mover se te escapa entre los dedos.
Son unas propiedades muy curiosas y sorprendentes: unas veces se comporta como un líquido y otras casi como un sólido. El problema que nos plantea es ¿por qué ocurre esto?

Autor: M.A. Gómez

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